En la primera sesión de los Encuentros
Literarios Cósmicos le fuimos siguiendo la pista a los amores de
barra... A los de la conocida canción de Ella Baila Sola. Sin la
presión de tener que continuar con el estilo de un texto literario,
jugamos a imaginar cada uno de nosotros qué sucedería después de
que ella va al baño a retocarse el maquillaje y en unos minutos
todos lo pusimos por escrito; éstos son algunos de los resultados...
Colirio en los ojos, pegote de rímel, la copa en la mano y vuelvo
a tu lado...
...Y te miro, tuerzo mi boca en lo que
cualquiera hubiera pensado que es una espléndida sonrisa y te toco
alargando mi mano, que parece tocarte con anhelo, pero solo es la
historia que se acaba cuando sale el sol... Tú me dices cosas
bonitas al oído y yo parezco creerlas. Cuando en la mañana la luz
del sol inunda mi habitación, ya no estás. Sonrío, mi boca vuelve a
torcerse en lo que todo el mundo pensaría que es una agradable
sonrisa.
(Mayo Belzuz)
Él la dejó jugar. Una noche repetida
con el final de siempre. Amanda intenta convertir las cosas en
cristales rotos. Mira a su alrededor y desiste. Asqueada intenta
recomponer algo de su imagen. Imposible. Abandona. Da un último
trago a una copa sin sabor y con un gesto le dice adiós.
(Esteban)
(Esteban)
...Y cuando llego a nuestro rincón, aquel
rincón donde empezamos a conocernos, donde sellé con mi carmín esa
primera copa que compartimos... Me doy cuenta de que ya no estás...
y es cuando me choco con la realidad de tener que volver a comenzar
otra vez, una vez más... quizás en otra barra de un bar... y ya no
tengo fuerzas par volverme a equivocar.
(Palmawewe)
...Pero ya no soy la misma. Si te
hubieras atrevido a llevarme a tus labios cuando nos conocimos, así,
sin pensar más, si te hubieras dejado llevar por mi aroma...
Entonces era todo color y blandura, un manjar apetitoso. Pero te
parecí demasiado vulgar. Yo lo leí en tu mirada. Y enseguida se te
fueron los ojos en busca de otros bocados. Claro, un amor de barra
era muy poco para ti. Preferías ligarte a esa baguette (que te
parecerá muy chic aunque en el fondo es lo mismo aunque un poco más
delgada) pero lo que nunca te perdonaré es qe te fueras con esa
hogaza de pan payés que no sirve para hacer un bocadillo ni medio
decente, con esa miga tan indigesta que ojalá se te atragante y te
acabe matando.
(José Manuel Fernández)
Ella vuelve a donde creía que él
estaba bailando pero no, no está, él ya se ha ido... se ha ido con
otra, seguro, mierda, no debí tardar tanto, debía haber ido a
retocarme el maquillaje antes, seguro que le espanté con este rímel
corrido estos ojos de cadáver y este aliento de dragón, ¡buaj!,
qué asco, mejor que me vaya a casa que ya es hora... pero ¿y si me
lo encuentro? ¿y si está fuera todavía? No, eso no, antes muerta a
que me vea derrotada volviendo sola después de cómo me he pavoneado
ante él... Mejor me quedo... sí, me quedo. Voy a por otra copa, que
ya se me han derretido los hielos y seguro que alguno cae... una
chica no puede estar mucho tiempo sola en un bar a estas horas y con
tanto alcohol.
Aunque sé que nunca seremos amigos, que nunca te llamaré si me desvelo una noche. Que no sabrás mi apellido y dentro de una semana no te acordarás de mi nombre, ni de mi rostro.
Porque nunca nos amamos, y jamás nos anhelamos... uno de tantos, una de tantas.
Me marcho ya, son las seis de la mañana...
Aunque sé que nunca seremos amigos, que nunca te llamaré si me desvelo una noche. Que no sabrás mi apellido y dentro de una semana no te acordarás de mi nombre, ni de mi rostro.
Porque nunca nos amamos, y jamás nos anhelamos... uno de tantos, una de tantas.
Me marcho ya, son las seis de la mañana...